sábado, 17 de marzo de 2012

SÁBADO: IMÁGENES

Hoy me limitaré a exponer algunas fotografías tomadas del cortejo funeral del que fuera emperador de Austria-Hungría, Otto de Habsburgo, fallecido recientemente.
Enlazan con la breve serie de entradas relativas al Toisón con la que tengo el honor de aburrirle, improbable lector.
En la primera de ellas se aprecia el propio collar del Toisón que, portado sobre un cojín negro, precedió a la procesión mortuoria.
La segunda imagen muestra el cortejo que acompaña al féretro. Si observa con atención, apreciará que los caballeros que custodian el armón, los más cercanos al mismo, lucen efectivamente el collar de la amigable compañía del Toisón.
En la instantánea que sigue se reconoce la identidad de algunos de estos caballeros.
Y por último, como curiosidad, en el extremo izquierdo de la imagen posterior, el gran Maestre de la orden Teutónica, de la rehabilitada por la Iglesia se entiende, monseñor Bruno Platter, durante el mismo luctuoso acontecimiento.

viernes, 16 de marzo de 2012

FESTIVIDAD

La Iglesia propone la vida de los santos como ejemplo de entrega al prójimo. Con excepción de las festividades de María Santísima y de las personas de la Trinidad, las celebraciones de los santos se fijan invariablemente el día de su nacimiento al cielo. Es decir, el día de su muerte.
Pasado mañana, día dieciocho, se cumplen nueve años del nacimiento al cielo de monseñor Bruno Bernard Heim,
el creador de las armas de los cuatro papas anteriores al actual.
Y aún, es posible, de futuros papas, habida cuenta su prolijidad heráldica.
Dado que varios recados electrónicos solicitaban la estampa para la devoción privada del que será el patrón de los heraldistas, me limito a exponer su contenido animándole, improbable lector, a que encomiende a monseñor Heim sus avatares cotidianos. En especial, naturalmente, sus trabajos relacionados con la heráldica y demás ciencias afines.

AGRADECIMIENTO

AGRADECIMIENTO

Por don Francisco Domingo Larrosa Gil



Apreciado don José Juan:

Me gustaría pudiera trasladar a don José Garrido que las gracias no son debidas, fue todo un placer poder ayudar a un Caballero como lo es él, además de que deseo aprovechar estas líneas para, desconociendo si el obispo es descendiente del caballero del que habla el mensaje original del 05-03-2012 al que alude, apuntar que como sin duda sabrá cabría la última posibilidad de que siendo cierta la descendencia, como miembro de la Iglesia, creo que en este caso podría utilizar las armas puras de su linaje aun no conservando el apellido.

Siendo la incógnita a despejar el parentesco entre ascendiente y descendiente la clave para dar con la solución al enigma, amén, de que también podría tratarse de una posible usurpación de blasón, quizás por desconocimiento de las armas por parte del obispo, de ahí su adopción. Saludos muy cordiales a quién recibe esta nota, al Sr. Garrido, extensibles también a la totalidad de los lectores que disfrutan día a día con sus amenas y enriquecedoras entradas.

Gracias por haber reanudado la actividad de este espacio de intercambio de conocimientos y deleite del arte heráldico.

jueves, 15 de marzo de 2012

CUERNOS

El asunto lleva dos rombos porque me parece ciertamente escabroso. Sobre todo en un blog que pueden leer menores de edad sin problemas. (Aunque, reflexiono mientras escribo, apunte problemas de cordura cualquier joven menor de edad, bueno y adulto también, si es aficionado a la heráldica y demás temas afines. Lo digo sobre todo por quien suscribe).
Me contaba hace años un vecino, antiguo amigo, don Magnus Bedinger, súbdito del rey de Suecia, que en su país era habitual, él mismo lo había observado en su propia casa, que los matrimonios disueltos por separación de los cónyuges mantuvieran una relación, no ya cordial, que podría entenderse sobre todo en el caso de existir hijos comunes, sino hasta amistosa. Así, me explicaba, sus padres, ya divorciados, quedaban a cenar, acompañados de sus nuevas parejas, charlando amigablemente y compartiendo experiencias.
En España, evidentemente, esa circunstancia es impensable. Aquí todo es más tremendo, más vehemente. Y es que me ilustraba otro amigo, don David Barrasa Lobo, abogado de oficio y vocación, marqués consorte de la Real Templaza, en el reino del Maestrazgo, (con este otro sí que conservo la amistad), que durante el acto de conciliación previo a la sentencia de separación, los matrimonios españoles, no es que discutieran, es que se peleaban hasta llegar a las manos. Aquí todo es más apasionado. Y me demostraba con datos fidedignos, el asunto me pareció muy revelador, que aproximadamente un setenta por ciento de los vínculos matrimoniales se deshacían por las familias. Por la intervención de las familias de sangre, se entiende, en la relación de pareja. Pero, aquí es al lugar al que quiero llegar, alrededor de un quince por ciento de las parejas concluían en divorcio por “cuestiones de cuernos”.
Lo sé, improbable lector, desafortunada expresión en un blog de esta naturaleza, por eso los dos rombos.
Y es que aún hay más.
La idea que sigue, anécdota más bien, la escuché por primera vez al teniente coronel don Eduardo García-Menacho y Osset en el desarrollo de la asignatura de heráldica, durante el curso de la asociación de diplomados en heráldica. Explicaba mi superior que, al igual que en los países sajones y escandinavos las armerías exponen cornamentas como mueble principal sin el menor reparo, en España esa circunstancia era excepcional. Tan excepcional que realmente podía considerarse inexistente. Aquí los cuernos, desde luego, no se exhiben, ¡vamos, faltaría más!
No quería concluir más que con esa idea, improbable lector: en el centro y norte europeo, las cornamentas amueblan armerías por doquier. Incluso una de las dinastías reinantes en el interior del imperio alemán, la dinastía de los Wurtemberg, soberanos del reino del mismo nombre, partían un campo de oro cargado de tres leones leopardados de sable, colocados en palo, con un campo también de oro, cargado de tres cornamentas de ciervo de sable. En España, desde luego, impensable.

RESPUESTA

SOLUCIÓN AL ENIGMA

Por don Erasmo Robles
Heraldista

El escudo que hoy se consulta en el blog, pintado sobre la cerámica dieciochesca, parece corresponder a Giuseppe Luigi de Andújar  O. P., nacido en 1693 en Forte di Fuentes (Colico, provincia de Lecco). Obispo de Bobbio (1737-1743) y de Tortona (1743-1782 ó 83).

Este prelado era, sin duda, de ascendencia española. Su lugar de nacimiento, además, es una fortaleza construída por el Conde de Fuentes (de Valdepero), gobernador de Milán.
Otras armas suyas, que acompaño, pueden verse en la página de la Biblioteca Casanatense

Un saludo.
Erasmo Robles

ACLARACIÓN

Estimado don José Juan:

Agradezco la valiosa intervención de don Francisco Domingo Larrosa Gil y en aras de la claridad me permito insistir en que los lises de las armas de don Rodrigo Fernández de Narváez son de plata, como podrá comprobar en la bibliografía heráldica adjunta a la entrada de Wikipedia y que incluía en mi primer recado electrónico.

Atentamente,

José Garrido

miércoles, 14 de marzo de 2012

IDENTIFICACIÓN DE ARMAS, BILINGÜE

DETERMINACIÓN DE ARMAS

Por don Marco Foppoli

Caro don Josè,

una storica dell'arte di Milano mi chiede un aiuto per lo stemma su questa ceramica realizzata da una manifattura di Bologna nel XVIII s.


Io vedo un prelato domenicano e uno stemma tipico dell'araldica spagnola... Ma qui mi fermo. A Lei questo stemma può ricordare qualcosa?

Un saluto cordiale,

Marco Foppoli

Estimado Don José,

un historiador del arte en Milán me pide ayuda con las armas de esta cerámica hecha por una fábrica de Bolonia XVIII s.

Veo un prelado dominico, y un emblema de la heráldica española típica ... Pero aquí me detengo. Para usted, este escudo puede recordar algo?

Un cordial saludo,


Marco Foppoli

RESPUESTA A CUESTIÓN

RESPUESTA

Por don Francisco Domingo Larrosa Gil


Apreciado D. José Juan:

Respecto de la entrada del pasado 11-03-2012 denominada “Cuestión”, me gustaría traer a consideración un simple apunte. Como parece, y si no fuera así ya de entrada me desdigo de lo que a continuación diré, si las flores de lis del Obispo de Baeza-Jaén D. Rodrigo Fernández de Narváez son de oro, y si las que se tratan en el escudo de la entrada del 05-03-2012 son de plata, mucho me temo que aun teniendo como coincidencia el diseño de los muebles y el color del campo, estos escudos son totalmente distintos y como es normal deben de pertenecer a linajes totalmente distintos, y/o también posiblemente emparentados y de ahí la distinción de metales en las lises.

Reciba un cordial saludo.

Francisco Domingo Larrosa Gil.

ACLARACIÓN

APUNTE

Por don Francisco Domingo Larrosa Gil


Apreciado don José Juan:

Con permiso, subo a su tribuna para dar mi parecer con otro simple apunte, y es que parece ser que últimamente me ha dado por apuntar cosas de este estilo, en fin, espero que esta manía de última hora no precise medicación, tenga remedio y sólo esté producida por el cambio de estación que se avecina.

El asunto tiene que ver con una “Consulta” realizada el pasado 12-03-2012 por el Sr. D. Sergio Rodolfo Núñez y Ruidíaz, en la que no deseo entrar en lo tocante al Castilla y León, ya que no soy quién para decir si el Sr. D. Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, Marqués de la Floresta, Cronista de Armas de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, etc. es o no es tal o cual cosa. Sencillamente porque no tengo la cualificación necesaria para dar tales pareceres, ni debo porque mi opinión estaría viciada, ya que le tengo en muy alta estima, tan alta como que para mí es uno de los grandes de la ciencia heroica de nuestro tiempo. Por lo anterior, deseo pedir perdón por expresar libremente mi opinión a todo aquel que piense lo contrario, lo que también respeto.

Pero no quiero pasar la ocasión, para desde mi sencillez, dar a conocer lo que a mi juicio entiendo es un error de bulto, y es que el Sr. Núñez dice que los territorios de las “Islas y Tierra Firme del Mar Océano” “(territorios de los antiguos Virreinatos de Nueva España, Perú, Nueva Granada, Río de la Plata, Capitanías Generales de Chile, Cuba, Venezuela y Filipinas, etc.)-,” por “las recordadas donaciones Pontificias de 1493”, si mal no recuerda están “sujetos a la Corona de Castilla por siempre jamás…”, cosa en la que tampoco deseo entrar. Y que además la representación de dicha antigua Corona de Castilla sería la actual Junta de Castilla y León.

Mi simple apunte al respecto va encaminado a decir, que las antiguas Coronas de Castilla (esta no sólo comprendía los territorios de la actual Comunidad Autónoma de Castilla y León, sino también por las actuales de C. A. de Castilla La Mancha, Andalucía, Madrid, Murcia, etc.) y la de Aragón se unieron con el casamiento de los que fueron llamados Reyes Católicos, para con aquella unión formar la actual Corona del Reino de España.

Luego, en concordancia con lo anterior, si dichas antiguas Coronas (que a su vez estaban integradas por otros reinos) forman parte del actual Reino de España, entiendo que la Junta de Castilla y León NO es la representación de aquélla antigua Corona de Castilla, sino parte de los territorios que la conformaron.

Nada más. Un saludo.

Francisco Domingo Larrosa Gil

martes, 13 de marzo de 2012

APORTACIÓN, BILINGÜE, DE DON PIERRE DE LOSADA

JOIN OR DIE


Par Pierre de Losada



La communauté des héraldistes espagnols, pour être assez réduite en apparence n'en est pas moins très dynamique et variée. Cela est le signe d'une bonne vitalité et d'une qualité indéniable voire exemplaire. Elle est occasionnée par des protagonistes très experts et qualifiés.

La science des blasons espagnole dispose d'une image très positive à l'étranger et inspire une considération et un grand respect certainement mérités par la chance de disponer d'un patrimoine unique d'une grande richesse, des traditions séculaires vivantes et rigoureuses, tout cela  défendu par des spécialistes ayant reçu une solide formation. L'abondante production bibliographique régulièrement publiée chaque année contribue au maintien d'un niveau de qualité universitaire des travaux. Diverses entités réunissent par ailleurs d'éminents spécialistes en collèges héraldiques.

Pourtant quelque chose de très vital fait cruellement défaut pour assurer une pérennité des particularismes espagnols et ce surtout pour de trop nombreux usagers privés car mal informés d'interlocuteurs officiels. On est toujours étonné de constater que le Royaume d'Espagne, le pays du Roi le plus admiré d'Europe, à l'instar d'autres pays disposant aussi d'une tradition très ancienne, ne soit pas doté lui aussi d'un organisme officiel  dédié au bon maintien du droit lié à la propriété des armoiries. Ce constat est plus qu'affligeant et ne donne pas une image satisfaisante.

De plus il s'agit d'un besoin plus qu'évident qui s'accentue avec le temps.  De nombreux témoignages mettent en évidence cette carence. Il est dommageable que notre pays n'a pas su s'adapter en son temps aux demandes et aussi mettre à contribution les technologies nouvelles comme ont pu le faire les officiers d'armoiries anglo-saxons (College of Arms; Court of the Lord Lyon; Autorité Héraldique du Canada). Ces organismes officiels disposent de structures très contemporaines très performantes en s'appuyant sur une solide tradition et jouissent dans le monde entier d'une très influente et grande considération.

Nos voisins contribuent efficacement à satisfaire aux bons usages héraldiques, au respect des droits des tiers. Ils fédèrent et galvanisent principalement les expressions artistiques au service des marques héraldiques et vexillologiques, participant à l'économie qui en découle et ceci avec beaucoup d'efficacité et de talents. En outre lors d'évènements importants, leurs participations aux affaires protocolaires avec un  décorum fortement apprécié et reconnaissable entre tous, confèrent un prestige qui sert avantageusement l'histoire de leurs pays.




En Espagne tous les acteurs potentiels à la mise en oeuvre d'un organisme similaire sont présents pourtant. Mais ceci d'une façon disparate et trop isolée pour constituer un solide corps d'officiers  d'armoiries. Avec une énergie partagée dans une volonté commune, en définissant une hiérarchie autour d'une autorité plénière et légitime,  contrôlé par la loi, réglementé et doté de moyens suffisants, un tel  organisme pourrait voir le jour. La tâche est grande et l'enjeu de taille mais à la mesure d'un pays qui a su relever tous les défis !


L'emblème principal qui illustre cette rubrique est inspiré du drapeau bien connu et élaboré par Benjamin Franklin lors de la guerre d'indépendance des Etats-Unis-d'Amérique. Il se veut un appel solennel aux bonnes volontés: celles-ci doivent unir leurs efforts afin que notre pays soit doté d'un Collège Héraldique officiel à la renommée internationale et se hisser de la sorte au niveau qui est historiquement le sien.

Cette institution doit servir de passerelle entre le passé et le présent, entre l'ancien et le nouveau. Elle inventera la tradition sous nos yeux...

Unissez-vous, ou Disparaissez !


JOIN OR DIE

Por Pierre de Losada



La comunidad de los heraldistas españoles, para ser bastante reducida en apariencia es dinámica y muy variada. Esto es signo de una buena vitalidad y de una calidad innegable, incluso ejemplar. Sus protagonistas son muy expertos y cualificados.

La ciencia española de los blasones dispone de una imagen muy positiva en el extranjero e inspira una consideración y un gran respeto, ciertamente merecidos, por la posibilidad de disponer de un patrimonio heráldico único de gran riqueza, tradiciones seculares vivas y rigurosas y todo ello defendido por especialistas que han recibido una formación sólida. Abundante producción bibliogáfica regularmente publicada cada año, contribuye al mantenimiento de un nivel de calidad universitaria de los trabajos. Entidades diversas reúnen, por otro lado, a especialistas eminentes en diferentes colegios heráldicos.

Sin embargo algo muy vital se hecha en falta, lamentablemente, para asegurar una perennidad de los particularismos españoles y esto sobre todo para usuarios privados, numerosos, que desconocen quiénes puedan ser los interlocutores oficiales. Los extranjeros siempre quedan asombrados al comprobar que el reino de España, el país con el Rey más admirado de Europa, y a ejemplo de otros países que disponen también de una tradición muy antigua, no cuenta con un organismo oficial dedicado al buen mantenimiento del derecho vinculado a la propiedad del escudo de armas. Este hecho sorprende y desde luego no transmite una imagen satisfactoria.

Además se trata de una necesidad que se acentúa con el tiempo. Numerosos testimonios ponen en evidencia esta carencia. Es lamentable que nuestro país no supiera adaptarse en su momento a las demandas heráldicas y que tampoco echara mano de las tecnologías nuevas como pudieron hacerlo los oficiales de armas anglosajones (College of Arms; Court of the Lord Lyon; Autoridad Heráldica de Canadá). Estos organismos oficiales disponen de estructuras contemporáneas muy perfeccionadas, apoyándose en una tradición sólida, gozando en el mundo entero de una gran consideración y una gran influencia.

Nuestros vecinos europeos trabajan eficazmente satisfaciendo los buenos usos heráldicos, cuidando el respeto de los derechos de terceros. Registran y principalmente tamizan las expresiones artísticas al servicio de las señales heráldicas y vexilológicas, participando en la economía que emana de esta y aquella con mucha eficacia y talento. Además, al celebrarse importantes acontecimientos institucionales del Estado, sus participaciones en los asuntos de protocolo, con un decoro fuertemente apreciado y reconocido, confieren un prestigio que contribuye ventajosamente a la historia de sus países.


En España, sin embargo, todos los potenciales actores de la puesta en ejecución de un organismo similar están presentes y son conocidos. Pero de un modo disparatado y demasiado aislado para constituir un cuerpo sólido de oficiales de armas. Con una energía compartida en una voluntad común, tal organismo podría ver la luz, definiendo una jerarquía alrededor de una autoridad plenaria y legítima, controlada por la ley, reglamentada y dotada de medios suficientes. ¡La tarea es grande y la queda a la medida de un país que supo aceptar todos los desafíos!


El emblema principal que ilustra esta rúbrica está inspirado en la bandera, bien conocida, elaborada por Benjamin Franklin en el momento de la guerra de independencia de los Estados Unidos de America. Se requiere con este texto a una llamada solemne a las buenas voluntades: éstas deben unir sus esfuerzos con el fin de que nuestro país sea al fin dotado de un Colegio Heráldico oficial, de fama internacional, y subirse de este modo al nivel que es históricamente el suyo. Esta institución debería servir de pasarela entre el pasado y el presente, entre lo antiguo y lo nuevo. Recreará la tradición ante nuestros ojos...

¡Únase, o Desaparezca!


lunes, 12 de marzo de 2012

ORDEN DEL TOISÓN II. EL MOTIVO REAL DE SU CREACIÓN

CAPÍTULO SEGUNDO: LA CAUSA CIERTA DE SU ORIGEN

El ideal caballeresco, tan vigente, tan vivido, e incluso tan leído durante el fin de la etapa medieval es aún hoy un motor válido para la sociedad vigente. El ideal caballeresco propugna la existencia de unos valores superiores a los que se proponen en la actualidad. Valores como el trabajo bien realizado, la ayuda a los más desfavorecidos, el cumplimiento de los deberes que exige nuestra religión... son tan útiles para el resto de la comunidad que, de no existir, habría que inventarlos.
El origen de la orden del Toisón aparenta, se arropa, se envuelve en el papel de celofán que suponen esos valores superiores, pero la realidad de su nacimiento es mucho más prosaica.
Como muy bien sabe, improbable lector, la amigable compañía nació en el ducado de Borgoña. El ducado de Borgoña era una entidad política sometida al vasallaje del rey de Francia, pero en la práctica un Estado absolutamente independiente. Su soberano administraba justicia, dictaba leyes y actuaba en el plano internacional como tal nación que era.

El fundador de la orden fue el duque soberano de Borgoña llamado Felipe III, el bueno.
Sus armas fueron estas:
Aunque, como se explicaba, el alumbramiento del Toisón nacía arropado bajo el manto de los grandes principios caballerescos, la realidad era mucho más prosaica. El ducado soberano de Borgoña, situado en lo que hoy son el norte de Francia y el reino de Bélgica, basaba su economía en la elaboración y manufactura de la lana. Lana que se obtenía del ganado ovino y que, para conseguir las telas más caras, se mezclaba con la seda venida de oriente.
A pesar de considerar hoy la Edad Media como una etapa oscura, rural, sin comercio, la realidad era muy otra. Así, el intercambio de bienes con oriente era habitual. Caro, pero efectivamente existente.

Pero el comercio, en esa etapa de principios del siglo XV, se veía amenazado por el emergente poder turco-otomano. Poder islámico que amenazaba no solo las rutas comerciales, sino incluso la propia existencia de Europa como tal. Recuerde, improbable lector, que veintitrés años después de ser fundado el Toisón, Constantinopla caía bajo la supremacía musulmana.
Felipe III, el bueno, un monarca ya a caballo entre las edades Media y Moderna veía preocupado, en consecuencia, amenazada por la intransigencia musulmana de los turcos, una ruta comercial que necesitaba para beneficio de la economía de su ducado borgoñón.
Y ese, y no otro, es el origen de la orden. El duque decidió fundar una cofradía, de la que sería jefe, en la que se admitiría únicamente a cristianos; varones, qué otra cosa se podía esperar entonces; únicamente soberanos o nobles de vastísima fortuna, que pudieran poseer ejércitos. Una reunión de jefes de Estado de la OTAN lo llamaríamos hoy.
Propósito manifestado de esa hermandad: rescatar del poder de los infieles musulmanes las tierras por las que, en vida terrenal, había transitado Jesús, es decir, la convocatoria de una nueva cruzada. Cruzada integrada por los jefes de Estado de los ejércitos más poderosos de la cristiandad, en tanto que caballeros del Toisón que, y este es el verdadero propósito oculto de la orden, abriera de nuevo las rutas comerciales con oriente, a través de las cuales la economía del ducado de Borgoña resultaría manifiestamente mejorada.
Nada más por hoy, improbable lector, que ya le he aburrido bastante.