El ojo humano encierra en su esfera algunos enigmas que la moderna ciencia va desvelando. La córnea recoge veinticinco imágenes por segundo. Veinticinco por segundo. Fotografías estáticas que el cerebro compondrá como una visión continua. Aunque no es tal. ¿La prueba, improbable lector? Repare, cuando discurre en carretera paralelo a otro vehículo, en que si observa con detenimiento sus ruedas, en múltiples ocasiones parecerá que los radios giran en sentido contrario al de la marcha. Las veinticinco imágenes por segundo que nuestra retina y nuestro cerebro son capaces de asimilar se encargan de producir ese efecto óptico.
Las películas, en concordancia, se ruedan grabando veinticinco fotogramas por segundo.
Hoy se proponen las veinticinco imágenes por segundo de un video. Recoge un ejemplo de ornamentación heráldica. Aquella que ostenta el castillo de Sigournais, en la vecina Francia. Como reparará, improbable lector, las armas de nuestras comunidades autónomas embellecen uno de los lienzos de la muralla interior.
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