sábado, 22 de octubre de 2011

SÁBADO: IMÁGENES

Stanmore Hall. Una distinguida mansión que ordenó construir, a finales del XIX, William Knox D'Arcy, primer director del emporio que hoy se conoce como British Petroleum.
Para su ornamentación interior requirió al más popular prerrafaelita, Edward Burne-Jones.
Hoy se desea llamar su atención, improbable lector, sobre los seis famosos tapices que enriquecieron la mansión. Tapices basados en la mitología artúrica que muestran, con cuidado detalle, la heráldica de los caballeros de la tabla redonda.

RÉPLICA AL SEÑOR CARMONA

RESPUESTA

Por don José María de Montells y Galán
Juez de Armas del Gran Priorato de España de la Oden de San Lázaro

Mi querido amigo José Juan:

Solamente unas líneas para contestar al Sr. Carmona, por la cortesía que debo a su escrito del pasado 18 de Octubre. Que conste que a estas alturas no aspiro a convencerle de nada y como no padezco de incontinencia postal, procuraré ser breve. Intuyo que el Sr. Carmona es de natural bondadoso, lo demuestra iluminándome el camino por los inescrutables senderos de Google. ¡¡¡Ahí es donde el Sr. Carmona se documenta sobre el Marqués de la Floresta y sus cuitas!!!!. Una fuente rigurosa sin duda. Ya dije que la amistad es sentimiento que me resulta admirable, aunque sea con Sampedro. Me conmueve que trate de defender lo indefendible en una vieja disputa que se remonta a la noche de los tiempos. Pero le faltan datos y el intento no cuela. Me temo que J. L. Sampedro quiso matar al padre con su atrabiliaria denuncia de las armas del marqués de la Floresta. Le debe ser académico de la Matritense y no se lo perdona. Como esto no viene en Google, el Sr. Carmona debe desconocerlo, así que se lo digo yo.

Yo soy de los que creen que Floresta no merece, tan sólo por su trayectoria en favor de la Heráldica española, una cacería tan burda. Si a esto añadimos que le tengo por amigo, el Sr. Carmona comprenderá algo de mi indignación.

Una vez más, inasequible al desaliento, el Sr. Carmona me recomienda moderación en mis calificativos para lo que juzgo una conducta reprobable. Y argumenta que expresar opiniones no es una conducta reprobable. Estamos de acuerdo. Pero cuando las opiniones son veladas acusaciones infundadas, cuando desde las opiniones se atacan a unos y otros instalado en el Olimpo de una supuesta sabiduría, se abusa del victimismo y se manipula descaradamente cualquier cosa, con tal de arrimar el ascua a su sardina, convendrá conmigo que todo junto se convierte en una conducta reprobable. Como resulta que el Sr. Carmona es un virtuoso de la búsqueda en Google, le recomiendo leer el nº 25 de la revista Atavis et Armis (en http://www.fundacionsanlazaro.es/, picando Gran Priorato de España) que desvela otra conducta más que reprobable de J. L. Sampedro.

Con respecto a todo lo demás, por no ser reiterativo, me reafirmo en mis opiniones, tan respetables, al menos, como las del Sr. Carmona.

Afectuosamente

José María Montells

viernes, 21 de octubre de 2011

ACLARACIÓN

APUNTE A ENTRADA

Por don Eduardo Corchero

Estimado don José Juan,

Me permito hacer una pequeña observación sobre el escudo que encabeza su última entrada sobre el carlismo. Como explicó usted hace algún tiempo, el Sagrado Corazón empezó a figurar como escusón en jefe en el escudo real desde 1932, cuando así lo dispuso Don Alfonso Carlos I:
«Yo, en mi firme voluntad, en este día en que la Iglesia celebra la fiesta del Deífico Corazón, prometo solemnemente que, si la Divina Providencia dispone que sea yo llamado a regir los destinos de España, será entronizado el Sagrado Corazón de Jesús en el escudo nacional, siendo colocado sobre las flores de lis de la Casa de Anjou y entre los cuarteles de Castilla y León, bajo la Corona Real»

Él mismo, todavía Infante, había consagrado al Sagrado Corazón en 1873 el Ejército de Cataluña y Aragón que combatía en la Tercera Guerra Carlista, dos años antes de que su hermano mayor, Don Carlos VII, consagrara España toda por primera vez en 1875.

Ahora bien, el que sería sucesor de Don Alfonso Carlos, Don Javier I, añadió a su vez al escusón el Inmaculado Corazón de María. Del mismo modo que la consagración de España al Sagrado Corazón y su inclusión en el escudo respondieron a la llamada de Pío IX en 1875, la posterior consagración al Inmaculado Corazón y su incorporación al escusón siguieron al establecimiento de la fiesta del Inmaculado Corazón de María por Pío XII en 1942, que se celebraría el 22 de agosto.

Así, aunque el escudo con el Sagrado Corazón es perfectamente correcto, el ahora vigente viene a ser así:
Sigo, como siempre, su lector incondicional. Reciba un cordial saludo,

Eduardo

P.S. Adjunto, por si le interesa, un enlace que cuenta con detalle la historia de la relación entre el carlismo y el Sagrado Corazón:

ARMAS NUEVAS

Estimado José Juan,

antes de nada quiero felicitarle por su nada tedioso blog a la vez que le doy las gracias ya que gracias a usted y a su blog he empezado a disfrutar de la heráldica, algo que siempre me había llamado la atención pero en la que, por unas cosas o por otras, nunca había profundizado.
Animado por sus comentarios realicé a primeros del presente año el fantástico curso de heráldica que realiza el I. H. C. M., en el que empecé a comprender el "A, B, C" de la heráldica hasta el extremo de atreverme a diseñar un escudo para mi linaje. Me ha llevado tiempo pues he pretendido acatar todas las normas, pensar en los muebles más apropiados, etc.
Sin más paso a describirle el escudo en cuestión: Cuartelado, 1º de gules una llave de oro y una antorcha de lo mismo, dispuestas en aspa, 2º de oro, un ancla de sable, 3º de oro, una cruz de San Andrés de sable, 4º de gules, una corona de Rey de Armas de oro.

¿El porqué de los esmaltes y muebles elegidos? Hace ya tiempo localicé el escudo de la Baronía de Escriche, localidad de Teruel de donde era natural mi padre y que, como puede comprobar, es mi primer apellido, por ese motivo he conservado su partición y sus esmaltes. El motivo del ancla es porque soy Patrón de Embarcaciones Deportivas y Patrón de Embarcación Militar, la antorcha sobre la llave son parte del "distintivo" profesional de Turismo, profesión a la que me he dedicado muchos años, la corona es por la afición y como "homenaje" al curso de Heráldica Militar y, por fin, la Cruz de San Andrés por mi condición de Reservista Voluntario del Ejército del Aire (me pongo, por supuesto, a sus órdenes).
Este es el resumen y el diseño al que he llegado después de muchas vueltas, al ser también piloto privado pensé en algún mueble de "vuelo", otra rama de Escriche lleva unos racimos de uva por lo que pensé en utilizarlo también, en fin, este es un diseño que me parece armonioso, no ofende a la vista y, sobre todo, están representados algunos aspectos de mi vida.

Sin más vuelvo a ponerme a sus órdenes a la vez que le envío un muy cordial saludo.

Joaquín Escriche y Pérez-Marín

jueves, 20 de octubre de 2011

RESEÑA LITERARIA

Tres de los maestros heraldistas reuniendo en un nuevo libro sus respectivos trabajos.
El maestro Montells componiendo armerías, blasonando. No en vano ostenta el título de Juez de Armas del gran priorato de España de la orden de san Lázaro. Viene a ser un antiguo Rey de armas, de los que ya no existe ni uno solo en España, con jurisdicción entre los caballeros lazaristas españoles. Siempre dadivoso, a su munificencia debo el Libro de Armería de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro que hoy se reseña.
Don Fernando Martínez Larrañaga, amigo y compañero de fatigas en la redacción virtual, ha añadido al volumen un buen número de sus frutos heráldicos. Una inteligente recreación de los usos medievales: retratos de los actuales caballeros vistiendo sus propias armas.
Y don Carlos Navarro Gazapo. Quizá quien demuestra en la actualidad un arte heráldico más acabado y puro. Despliega en la obra toda su capacidad artística representando las armas de los caballeros lazaristas que han requerido su maestría. 
El conjunto, agrupado en el Libro de Armería de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro, alcanza la categoría de texto necesario. No solo para los caballeros protagonistas de cada una de las páginas, sino para todo aquel que, con acertado criterio, se interesa por nuestra ciencia.

CONVOCATORIA


La Presidenta de la
Asociación de Diplomados en Genealogía, Heráldica y Nobiliaria

Le invita al acto de
inauguración del Curso 2011-2012de la Escuela Marqués de Avilés,
y a la conferencia que, bajo el título,

FERNANDO III EL SANTO Y LA EMBLEMÁTICA

pronunciará en el transcurso del mismo el Ilmº.Sr. D. José Luis Sampedro Escolar
sumándose de esta manera la ADGHN a los actos conmemorativos del
II centenario de la Real y Militar Orden de San Fernando

Lunes, 31 de octubre de 2011, a las 19:00 horas
Centro Riojano, c/Serrano, 25, Madrid.

miércoles, 19 de octubre de 2011

ECLESIÁSTICA

HERÁLDICA ECLESIÁSTICA CORDOBESA

Por don Álvaro Zapata
Heraldista
Redactor del Blog Heráldica en Andalucía


Don José Juan:

Hoy traigo a su consideración dos imágenes del monumento más universal de Córdoba, esto es la Mezquita-Catedral. Edificio inigualable que alberga el corazón de la iglesia cordobesa y la sede de su Pastor, Monseñor Demetrio Fernández.
Las imágenes (extraídas de internet) muestran una de las numerosas puertas del edificio, en concreto la Puerta de San Esteban o de los Obispos. Observará que en el centro del arco aparece un escudo eclesiástico, episcopal según creo. Desconozco quién fue el dueño de estas armas, y como ya he hecho anteriormente, abusando de su generosidad le traslado mi duda.
Para terminar le adjunto otras dos fotos. Estas de los laterales del interior de la Puerta de las Palmas del mismo templo.
En la primera verá que se representan las armas de S.S. Benedicto XVI, el pontífice felizmente reinante, y en la segunda, las del actual arzobispo de Sevilla, y predecesor de Monseñor Demetrio Fernández en la sede cordobesa, Monseñor Juan José Asenjo.
Es tradición, desde que fuera obispo Infantes Florido, en que en ambos lugares, y para sustituir unos lienzos perdidos de San Pablo y San Pedro, se expongan las armas del pontífice reinante, con la fecha de inicio de su pontificado, y las del titular de la sede cordobesa. En estos momentos se exponen las armas de Monseñor Demetrio Fernández, lógicamente, pero no he conseguido hallar la instantánea correspondiente.

Sin más, se despide cordialmente,
Álvaro Zapata

martes, 18 de octubre de 2011

RÉPLICA AL DOCTOR MONTELLS

REPUESTA DE DON MANUEL G. CARMONA

Heraldista


Estimado Comandante Carrión:

Permítame que abuse de nuevo de sus páginas para contestar al Sr. José María Montells, que el pasado 2 de octubre respondió con un artículo titulado "Encorsetar la heráldica" a mis notas del día 29 de septiembre, relativas a la reciente polémica entre el Sr. Marqués de la Floresta y el Sr. José Luis Sampedro Escolar.

El Sr. Montells califica mi argumentación de meras "ocurrencias", pero ha reconducido el tema de nuevo a argumentos heráldicos, cosa que creo agradará a todos los lectores. Vaya lo uno por lo otro. No obstante, todavía quedan resabios en su redacción que, en mi opinión, el Sr. Montells debería esforzarse en moderar. Dice el Sr. Montells que le he aconsejado "sobre la educación que uno debe tener para calificar conductas reprobables". ¿Conductas reprobables? El Sr. Sampedro publicó su opinión sobre dos temas, y los lectores hemos podido juzgar si esas opiniones estaban o no fundadas, si se expresaron correctamente o no. Pero no creo que ninguno de los lectores de este blog -salvo el Sr. Montells- hayamos podido pensar que expresar opiniones constituye una conducta reprobable.

También tiene cierta gracia que diga que yo "pontifico" con mis palabras. Pontificar, según el diccionario de la RAE, es "exponer opiniones con tono dogmático y suficiente". Si mal no he contado, en mi texto uso una docena de veces la palabra "creo", junto a expresiones como "en mi opinión", "me parece" y otras similares. Nada de sentar cátedra, líbreme Dios. Yo diría que se ajustan más al tono pontifical expresiones del Sr. Montells, como decir del oponente que "se dedica a difundir su ignorancia (...) cegado por su propia inanidad", "si supiese algo de Derecho nobiliario, o tan solo de Derecho administrativo, sabría perfectamente que...", "...y quien lo niegue corre el riesgo de tener que responder ante los tribunales, cosa que le va a ocurrir enseguida al Sr. Sampedro...", "tampoco demuestra un gran conocimiento cuando sostiene...", "...en su ignorancia del fenómeno heráldico no sabe...", "todo lo demás son opiniones, algunas estimables, y las del señor Sampedro no", "hay que ser muy corto de entendederas para pensar que...". Gruesas expresiones que no cuadran con el "mi modesta persona" con que el Sr. Montells se calificaba a posteriori.

Pero si algo me ha resultado verdaderamente divertido, es cuando el Sr. Montells dice aquello de "Me malicio que el Sr. Carmona debe ser amigo, pero que muy amigo, del Sr. Sampedro por lo que sabe de las andanzas del Marqués de la Floresta y sus cuitas". En el fondo, me encantaría dejarle con el intríngulis, más que nada para que no se decepcione con la respuesta. Pero no, seremos buenos. Por favor, Sr. Montells, vivimos en el siglo XXI, y hay una cosa que llama Google, que si usted teclea cualquier palabra, encontrará información para aburrir. Incluso los que gastamos ciertas edades tenemos derecho a usar estos inventos. Y ¿sabe usted cuál es el problema? que cuando se habla mucho de una persona, se corre el peligro de que alguien lo lea.

Si uno busca información sobre el Sr. Marqués de la Floresta, puede encontrar múltiples enlaces de la más variada caracterización sobre sus andanzas y cuitas, como el que se nos ofreció en el “Mensaje” del pasado 3 de octubre, enlace que enviaba a una noticia del semanario Hola del año 2004. Noticia por cierto en la que el Sr. Ceballos aparece identificado como Director de la Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, cargo en el que había cesado -si no me equivoco- en el año 1993, o sea once años antes. No parece que esta atribución haya preocupado mucho al Sr. Marqués, y eso que la publicación de marras no era una hojita parroquial, sino la revista frívola más seria que hay en España.

Vayamos ahora a los argumentos que expone el Sr. Montells. El primero de ellos, en relación con la ubicación de la cruz de caballero de Carlos III en las armas del Sr. Marqués de la Floresta. "Con relación a los ornamentos exteriores de un escudo" -dice el Sr. Montells- "la ciencia heráldica como tal, no ha dicho ni mu". Hombre, algo de mu sí que se ha dicho, aunque de un modo bastante accesorio. Vicente de Cadenas, en sus "Fundamentos de Heráldica" (2ª ed. Hidalguía, 1994, pág. 171-172), en su “Vademecum heráldico” (Id, 1984, pág. 42-43), y en algún libro más de su extensa producción, lo pone en términos de "costumbre que, sin llegar ni siquiera a ser norma, regula en parte y resuelve el problema de la colocación de las condecoraciones. Para ello se debe observar el siguiente método:

Gran cruz: La cinta de la misma debe salir del jefe y rodear al escudo, pendiendo de su punta la insignia de la misma.
Encomienda con placa: Sale del centro de los flancos del escudo y le rodea en su parte inferior, dejando pendiente de la cinta la insignia de la Orden.
Encomienda: La cinta de la misma sale de los flancos de la punta y pende de ella la insignia de la Orden.
Cruz: Queda colgando del escudo la cinta, y de ella la insignia de la Orden."

En términos similares lo encuentro en el libro más reciente de García-Menacho y Osset, "Introducción a la Heráldica y manual de Heráldica española" (Ministerio de Defensa, 2010, pág. 73), que también recoge expresamente esta ordenación como una costumbre, o en el artículo de Ricardo Serrador “La heráldica militar” (Hidalguía, nº 190-191, 1985, p. 516). A nivel normativo, esta jerarquía se puede encontrar en otras órdenes, como es el caso de la Constantiniana (que usted sin duda conocerá bien), cuyo reglamento establece por ejemplo una clara distinción entre Caballeros Iure Sanguinis (que colocarán la encomienda a partire dalla terza zona superiore dello scudo), y Caballeros de Mérito (que la colocan al di sotto dello scudo).

En cualquier caso, no pretendo desdecirme de lo afirmado en la anterior ocasión: la heráldica es un código de significados asumido por la comunidad, y presentar elementos de forma diferente al significado que les otorgue la costumbre, no puede llamar sino a equívocos. La sola costumbre, en Derecho español tiene la categoría de fuente del Derecho, y, aunque la heráldica no constituya un ámbito jurídico, sí tiene un carácter normativo y podemos dar por seguro que la costumbre ha jugado un importante papel a lo largo de su historia. Si es cierto, cosa que no me permito poner en duda, que el Sr. Marqués no pretende dar gato por liebre, ni dar lugar a equívocos o a explicaciones psicoanalíticas, ¿tendremos el gusto de ver algún día una composición heráldica de sus armas más ajustada a la costumbre en este pormenor?

Respecto de la segunda cuestión, la del uso de la cruz de Malta, afirma el Sr. Montells "que don Alfonso Ceballos-Escalera y Gila es gran cruz de la Orden del Mérito Melitense con espadas, lo que le faculta, siempre a mi modesto entender, a hacer alusión en sus armas a la cruz de ocho puntas". Creo que esta afirmación no merece mayor argumentación: como todo lector habrá reparado, el haber recibido la gran cruz de la Orden del Mérito Melitense con espadas, faculta a su distinguido poseedor a colocar en su escudo esa gran cruz de la Orden del Mérito Melitense con espadas. Excederse de esto es como si el Romano Pontífice concediese la Orden de San Gregorio Magno a un destacado diplomático ante la Santa Sede, y éste, como alusión, acolase a su escudo las llaves petrinas y la tiara. O como si, al publicarse en el BOE la concesión de la Medalla de la Orden del Mérito Agrícola a un gran empresario de la importación y venta de maquinaria y vehículos agrarios, el concesionario se preparase -por aludir- un escudo con el logotipo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (o como demonios se llame ahora) en franco cuartel.

Si el Sr. Montells quiere cerrar este tema, debería aclarar la cuestión que él mismo sacó a colación sin la ayuda de nadie. No se imaginan lo mareadas que se sienten las perdices con ciertos distanciamientos y ciertas alusiones.

El último punto tratado por el Sr. Montells es el referido a la eterna discusión sobre si la heráldica debe mantenerse encorsetada en sus normas preestablecidas o, por el contrario, puede renovarse abriéndose a novedades y a los frutos de la imaginación del hombre contemporáneo. Eterna discusión que ya ha salido repetidas veces en este blog. Aquí no puedo menos que dar la razón al Sr. Montells. Siempre he pensado que no es posible hacer una heráldica medieval por siempre jamás, y que las novedades pueden ser bien recibidas siempre que sean respetuosas con la tradición. La heráldica británica, tan aferrada a su historia, no tiene problema para considerar habitual que el blasón exprese significados relativos a su poseedor introduciendo conceptos actuales. En aquellas tierras no creo que hubiera ningún escándalo porque un piloto de carreras tuviera como tenante a una figura con casco y mono cosido de anuncios publicitarios. Incluso creo que admitirían sin reparos que el escudo del ex presidente de la SGAE llevara como soportes un canario y un cuco.

Manuel G. Carmona

RESEÑA LITERARIA

Estimado Don José Juan Carrión:

En primer lugar me gustaría trasmitirle mi enhorabuena para su blog. Es una buena ventana a la que asomarse para un mejor conocimiento sobre temas históricos, nobiliarios y heráldicos. Como uno de sus ``improbables´´ lectores le agradezco su tarea de publicar de manera casi diaria tantas interesantes entradas.

En alguna ocasión ha introducido en su blog alguna referencia a los pretendientes carlistas y sus seguidores. Casualmente acabo de presentar un libro sobre el movimiento político, dinástico y social del Carlismo, en su última etapa vital (1939-2010). He creído que podría resultar de interés incluir en su blog una referencia al mismo, es por ello que le envío la presente reseña.

Los datos del libro son los siguientes:

Título: Historia Reciente del Carlismo: 1939-2010.

Editorial Bubok S.L.

Año 2011.112 páginas.P.V.P. 13€. (4% I.V.A. incluido).

Le indico la página web de mi libro:

Sinopsis: El Carlismo, como movimiento político, dinástico y cultural, es uno de los grandes olvidados de la Historia Contemporánea de España. Todos hemos oído hablar de la dinastía carlista y sus pretensiones al trono de España, de las Guerras Carlistas del siglo XIX y de su participación en la Guerra Civil de lado del General Francisco Franco, pero seguramente muchos conocerán muy vagamente el devenir de este movimiento desde la salida de la Guerra Civil hasta la actualidad. Monarquía Tradicional, Socialismo Autogestionario, Partido Carlista, Comunión Tradicionalista Carlista, Montejurra, el Museo Carlista de Estella, son algunos de los múltiples temas y conceptos que jalonan la historia más reciente de uno de los movimientos políticos más antiguos de Europa y más tradicional y revolucionario en sus postulados, al mismo tiempo. En suma, hablar de la historia de los seguidores de la dinastía carlista, desde Alfonso Carlos a Carlos Javier y de las múltiples empresas políticas, sociales y culturales que llevaron a efecto, será el objetivo del presente libro, el final de la Historia del Carlismo que no ha sido contada por completo, hasta ahora. Espero que a los interesados en las casas no reinantes puedan serles de interés y para todos aquellos interesados en la Historia Contemporánea de España.

Me despido de usted, reiterándole mi agradecimiento por atender a mi escrito y esperando poder continuar nuestra comunicación.

Un Saludo

Miguel Dongil y Sánchez

lunes, 17 de octubre de 2011

TRANSPORTE

Reino Unido las exhibe sin pudor alguno como vehículos propios de su real familia.
En España, por el contrario, siempre temerosos de las opiniones en contra de los resentidos, las cedemos a los diplomáticos extranjeros.


Únicamente el día que acreditan su embajada ante el rey.
No obstante existen. Legión. De buen tono. Sin resultar exuberantes. Invariablemente ornamentadas, demostrando buen gusto, con la heráldica de nuestros soberanos.



Lamentablemente el pudor se manifiesta en esta materia. Pero superarlo no exigiría excesivas explicaciones. ¿Existe vehículo menos contaminante?