Aseguran que el éxito en la expansión por la superficie emergida del planeta se debe a la curiosidad, innata en nuestra especie. El hecho de querer saber qué había más allá condujo a que el hombre anduviera todos los caminos y se adaptara a cualquier hábitat. Es, en consecuencia, connatural al hombre curiosear.
Cualquier heraldista, que a fin de cuentas es un ser humano como los demás, pero en un estado intelectual más avanzado, siente igualmente esa permanente necesidad de saber más sobre la ciencia heroyca, de curiosear, y por consiguiente se recrea en la contemplación de colecciones de escudos.
Contemplar escudos conlleva, no solo observar la factura del conjunto, sino valorar el origen de las particiones, sopesar el acierto de los diferentes muebles, y decidir sobre la estética de la composición.
Hoy se propone el enlace a un armorial antiguo que le permitirá pasar un buen rato, improbable lector: http://commons.wikimedia.org/wiki/Codex_Cotta:_18th_century_sorting
Cualquier heraldista, que a fin de cuentas es un ser humano como los demás, pero en un estado intelectual más avanzado, siente igualmente esa permanente necesidad de saber más sobre la ciencia heroyca, de curiosear, y por consiguiente se recrea en la contemplación de colecciones de escudos.
Contemplar escudos conlleva, no solo observar la factura del conjunto, sino valorar el origen de las particiones, sopesar el acierto de los diferentes muebles, y decidir sobre la estética de la composición.
Hoy se propone el enlace a un armorial antiguo que le permitirá pasar un buen rato, improbable lector: http://commons.wikimedia.org/wiki/Codex_Cotta:_18th_century_sorting