lunes, 22 de noviembre de 2010

APUNTE BIBLIOGRÁFICO

Romualdo Saenz Matienzo: Antropología Histórica de los señores de Tejada y Valdeosera (Las familias más viejas de Europa). 297 páginas. Editorial Dunken, Buenos Aires, 2010. ISBN 978-987-02-4753-I.

Como señala Elena Fernández del Cerro en la presentación de este interesantísimo libro, hace ya muchos años que Abilio Barbero de Aguilera introdujo en España el enfoque antropológico en los estudios históricos, pero no se puede decir que se hayan generalizado las investigaciones en esa línea, en la que se inscribe desde hace décadas el trabajo de Sáenz de Matienzo, que conjuga Historia, Antropología, Genealogía, Heráldica y Nobiliaria en un intento de desvelar los orígenes de los Solares de Tejada y Valdeosera, dos señoríos anómalos, colectivos y hereditarios por línea femenina, reconocidos por Enrique IV en 1460, cuando se estaba imponiendo la figura del mayorazgo transmisible preferentemente por línea de varón, según el esquema sucesorio adoptado, al menos formalmente, desde que Alfonso X promulgara Las Partidas.

Constituye un completo estudio sobre el asunto, sin que ello signifique que resulte exhaustivo ni refrendar la totalidad de sus conclusiones. No parece haber fondo documental en España y América que el autor haya dejado de revisar, desde los archivos de Miranda de Ebro hasta los de Burgos, pasando por Simancas, Valladolid, la Colección Salazar y Castro y un larguísimo etcétera. Resultando interesante todo el libro, son muy notables las novedades que aporta acerca de las genealogías hasta ahora aceptadas de los condes de Aguilar de Inestrillas y de los Arellano, los capítulos dedicados a la refundación literaria del Solar de Valdeosera y la red tejida entre la Inquisición y los solares, así como el estudio acerca de la transmisibilidad de derechos solariegos por línea femenina y la renuncia a su mantenimiento a ultranza para evitar la anulación del privilegio de Enrique IV de 1460.

Trabajo innovador, sugiere otros muchos caminos y métodos de investigación de los habitualmente trillados en tales disciplinas, y, aunque pueda provocar sorpresa y algún escándalo, su lectura enriquecerá a profesionales y aficionados de estas materias y les obligará a formularse interrogantes que hasta ahora no se han planteado los autores, y por ello la recomendamos vivamente a cuantos quieran conocer de verdad las mentalidades y los modos de vida de nuestros antepasados medievales.