lunes, 5 de julio de 2010

ALGUNAS CASAS NOBLES IV: EL DUCADO DE ALBURQUERQUE

Al igual que el resto de títulos de los que se ha venido hablando a lo largo de estos días, el ducado de Alburquerque procede de la más rancia Edad Media. No en vano fue merced otorgada por la alteza del rey don Enrique IV de Castilla a cambio del maestrazgo que ostentaba el valido don Beltrán de la Cueva, origen de esta dinastía.

Las armas asociadas a este linajudo y antiquísimo título no demuestran, de su mera observación, una antigüedad evidente. Se trata de un campo de plata, con un dragón de sinople. Mantelado cosido de oro, cargado con un palo de gules cada manteladura, de evidentes resonancias aragonesas. Bordura general de gules, cargada de siete aspas de oro y siete escudetes con las armas de los Mendoza de la Vega, alternando.No fueron estas, al contrario que lo que sucede con otros títulos, las armas del primer poseedor de la merced. Don Beltrán de la Cueva, I duque de Alburquerque, se armó de un escudo similar: En campo de plata, dragón de sinople. Mantelado cosido de oro, cargada cada manteladura de dos palos de gules; ya no con resonancia, sino reflejando las armas del rey y reino de Aragón. Bordura general de gules cargada de ocho aspas de oro.El cambio de las armerías asociadas a este título debe considerarse como propio de las vicisitudes y cambios de dinastía en la titularidad de la merced nobiliaria. Hoy, el XIX duque de Alburquerque atiende al nombre de don Juan Osorio y Bertrán de Lis, habiéndose perdido en los avatares históricos el apellido de la Cueva.

Se asocia a este título el marquesado de Cuellar que ostentan los futuros sucesores en la titularidad del ducado de Alburquerque. Las armas de este marquesado son, lógicamente, idénticas a las del ducado.