martes, 3 de febrero de 2009

ACTUALIDAD DE LOS REYES DE ARMAS

Al hilo de la reciente entrada relativa al mensaje del experto en nuestras ciencias, don José María de Montells y Galán, barón de Dranda del reino de Georgia, se desea añadir un enlace.

Se trata de la página que acoge una garantía de armas. Garantía de armas firmada por el propio doctor de Montells, en calidad de heraldo principal del colegio de armas de la sociedad heráldica española y como juez de armas del priorato de España de la orden de san Lázaro.El enlace que le permitirá, improbable lector, acceder al documento es este.

Se trata de la certificación de armas que emitió para su nieto, cuyas elegantes armas se acompañan:Se desean además resaltar de entre las líneas de la certificación los siguientes detalles que, consideramos, pueden resultar aleccionadores de la visión que, sobre la validez de las certificaciones armeras de nuestros reyes de armas españoles, mantiene quien más conoce actualmente sobre órdenes de caballería:

Primero: “estando en posesión del Albalá que me acredita como Juez de Armas del Gran Priorato de España de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén y me faculta por siempre y en todo tiempo y lugar para expedir certificaciones de armas, conforme a las tradiciones y reglas establecidasSegundo: “en el uso, así mismo, de mis atribuciones como Heraldo Principal del Colegio de Armas de la Sociedad Heráldica Española, Certifico, garantizo y declaro como suyas propias, las armas de don…”

Tercero y definitivo: “Estas armas tal como se describen fueron garantizadas, para mí y mis descendientes legítimos, por el Cronista Rey de Armas, don Vicente de Cadenas y Vicent, por el Castilla y León Rey de Armas, Marqués de la Floresta y por don Manuel Rodríguez de Maribona y Dávila, en calidad de Rey de Armas de la Academia Asturiana de Heráldica y Genealogía,…” Si el maestro de Montells mantiene tan evidente consideración de la validez de las certificaciones armeras emitidas por los reseñados reyes de armas nos resulta indubitable la garantía de legalidad y vigencia del actual sistema de registro de armas gentilicias.